lunes, 30 de enero de 2012

4. Vivencias de xīn líng 心灵

Como una marabunta, los compañeros de clase salieron en estampida hacia el patio. Una fuerza superior impulsaba a xīn líng a permanecer sentada. Pero veamos qué ocurrió unos momentos antes.
A Hassan, de origen magrebí, le pidieron que leyera parte de un libro que estaban analizando. Ante el estupor general, se hizo el silencio. Silencio que fue creciendo hasta desbordarse en los oídos atentos de la clase. El tiempo se ensanchó de pronto, y como si al silencio se le hubiera abierto una herida, ésta estalló en un reguero de risas y burlas.
xīn líng, desconcertada, sabe que no tiene mucho tiempo. Cierra los ojos y se sumerge por senderos apacibles y acogedores. Las ventanas atrapan sonidos alegres y tristes. Comienza a indagar acariciando suavemente las palabras, y como si éstas la cogieran de la mano y la guiaran, así fueron formando una a una la frase que iba surgiendo en la pizarra: “Los que se ríen o burlan de los demás, están reflejando su propio temor a que sean ellos mismos los burlados o reídos. Los humanos llevan encima un cargamento de miedos”
xīn líng fue a reunirse con Hassan y le ofreció lo más valioso que tenía, su amistad.
Para Luis Parramón (mi hijo)

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