El sol enfoca la mirada de un color intenso
sobre la superficie del mar, haciendo vibrar con matices dorados sus brocados
de nácar.
Xīn líng y Buku
se adentran rasgando el agua con acordes solemnes y gozosos, tremolando las
olas un velo de raso a su paso. Las gaviotas observan mientras cargan de
misterios su vuelo.
Avanzan de la
mano salpicando el agua de emociones y pálpitos, y regalando al viento hálitos
de gloria. El vaivén de las olas sirve de cortejo al sentimiento.
Una danza de luces
sacude el aire
posando su delirio
sobre las aguas
Reverbera el candor
con suspiros de raso
jugando la emoción
bajo las aguas
Belíssimo.
ResponderEliminarMuchas gracias amigo. Un beso
ResponderEliminarla emoción... bajo las aguas, claro. Me encanta ese Buku, su aparición, no lo conocía.
ResponderEliminarsaludos blogueros
Gracias José Antonio. El personaje de Buku salió en algunas vivencias. Ahora mismo no recuerdo en cuales.
ResponderEliminarJajajajajaja... tanto en la tempestad com en la mar rasa tu discurrir por ella es simplemente sublime.
ResponderEliminarGracias por amenizarnos u acariciarnos el espíritu, Teresa... ;o)***
Gracias amigo. A las neuronas les viene bien escuchar comentarios tan positivos (aunque sobrepasen el límite de lo razonable). Las incita a seguir escribiendo.
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