jueves, 8 de marzo de 2012

21. Vivencias de xīn líng 心灵

Una vivencia un tanto insólita, (disculpadme por ser la autora de tal incoherencia; por introducirme en el subconsciente de Xīn líng y suplantarla descaradamente en este episodio).
Xīn líng deambula cogida de la mano del viento, que va susurrando amorosamente en su oído el sonido longevo de la naturaleza, y siente que traspasa puertas que dan entrada a un mundo fantástico. Merodeando entre pinos y arbustos, percibe acrecentarse una sensación de libertad que la traslada, sin apenas darse cuenta, a un estado de fascinación. Es un sentimiento tan íntimo, que lo experimenta como algo nacido de su interior más profundo.
Es entonces cuando la autora, dando un giro inesperado en el relato, tiene el atrevimiento de usurpar la identidad de Xīn líng, provocando, quizá con la osadía, una sacudida en el hilo conductor de la historia; como la pequeña serpiente, que al sentirse rozada, se revuelve.
Xīn líng yace sobre la tierra (capricho complaciente de la autora) cuyo aroma la transporta de inmediato al interior de su cerebro. Y de la misma manera que las semillas germinan para convertirse en planta, las palabras brotaron y expandieron su conocimiento.
Cada persona atesora una singularidad única. Todas poseen una parcela de intimidad protegida y sagrada.
Para @Manulriarte, por ser como es.

2 comentarios:

  1. Sin lugar a ninguna duda querida amiga Teresa, el punto de partida de nuestra inevitable regeneración tanto en pensamientos, sentimientos, actitudes y acciones, será el considerar terreno sagrado el entorno completo de nuestros semejantes.
    Un fuerte abrazo y gracias por compartir tu sensibilidad y generosidad.

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    1. Gracias Josevi por tu opinión. Así es, todos y cada uno de nosotros vivimos en nuestra propia parcela sagrada, sin excepción.

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