De grana, violeta y plata se vistió el alba. Tañeron sonidos
de aliento las campanas. Brincaron las piedras como notas desparramadas de un
alegro, estallando el patio en mil cadencias. La risa convirtió el aire en un
concierto y brotó el duende.
Viajaron las lunas de agosto y las de septiembre.
Cambiaron las horas, cambiaron los vientos, volaron los sueños y llegó el día. Comenzó
Xīn líng el nuevo curso.
Miradas y gestos cantaron entre el bullicio. Se
reconocieron voces, se adivinaron sonrisas. Una brisa fresca recorrió el
colegio de parte a parte. Xīn líng, Buku y Shuǐ se besaron con
ternura. Se tornaron en cosquillas los deseos de Shùn, Uma y xiǎo
yun, que corrieron veloces hacia el grupo.
Desde el Olimpo los
Dioses auguran grandes venturas. Abrazan un olmo seco, alrededor del cual crece
una vid cargada de uvas. Pirítoo y Teseo, héroes contra la barbarie, se dan la
mano jurándose unión eterna
Se removieron inquietas
las hojas de los árboles
tiñendo de dorado
su caída.
Se trastornó el aire
bailando un mambo
y girando coqueto
por el mundo
Se escondió la pena
y el sufrimiento
huyendo lejos los miedos
tras las montañas.
Si la vuelta al colegio fuese así para todos siempre, con o sin concierto de colores y voces... O que ese concierto sea un refugio contra la barbarie
ResponderEliminarEs cierto que se forjan a veces amistades imperecederas como la de Teseo y Pirítoo. Tanto, que pueden acabar, como estos, en el Hades.
Interesante
Gracias, Juan Carlos.
EliminarEntiendo que hablas de realidades, pero lo cierto es que yo hablo más bien de emociones, y éstas ya sabemos lo subjetivas que son.
Acabaron en el Hades la pareja de amigos, no obstante, Teseo pudo librarse, aunque tuvo que sufrir la desgracia de la separación.
Me ha gustado mucho la entrada.
ResponderEliminarEso si que es buena forma de darle la bienvenida al "nuevo comienzo".
Un saludo :D
Gracias, David.
ResponderEliminarEso significa que te ha gustado. Me alegro.
Un beso.